Impacto de los micronutrientes en la hipertensión

La hipertensión afecta según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente el 35% de la población global, y se calcula que en el 2025 llegará al 50%.

La hipertensión (HT) es un proceso complejo de etiología multifactorial, aunque el estrés oxidativo, la inflamación, la inmunomodulación y la disfunción endotelial son los factores considerados como los principales elementos patológicos asociados a la HT. Incrementa además la tasa de mortalidad y morbilidad por su impacto directo en el eje renal-cardiovascular a través de la regulación endotelial y del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA).

Las opciones terapéuticas para la HT incluyen la terapia farmacológica, terapia no farmacológica (modificación dietética, modificación del estilo de vida incluyendo el ejercicio y el cese del hábito tabáquico) y cirugía en determinadas situaciones. La toma de fármacos antihipertensivos afecta al metabolismo y distribución de micronutrientes, que a su vez modulan el metabolismo, conduciendo así, a un mal estado de salud general. De este modo, la suplementación micronutricional junto con los fármacos antihipertensivos es crucial, y cada vez más grupos de investigación están centrando sus esfuerzos para comprobar el impacto de los micronutrientes en la HT. La figura 1 explica cómo el desbalance micronutricional impacta en la regulación de la presión sanguínea (PS).

Relación de los micronutrientes en la HT.

Sodio (Na).

El consumo excesivo de Na podría disparar los glucósidos cardiotónicos endógenos como la marinobufagenina (MBG) y ouabaína activando el sistema nervioso simpático (SNS). Los glucósidos cardiotónicos pueden actuar como inhibidores de la bomba Na/K alterando la retención de Na y el tono vascular. La elevada resistencia cardiovascular daña el endotelio y lleva a rigidez arterial y eventualmente a la HT. Además, la MBG actúa como un vasoconstrictor elevando la PS, modificando el SRAA e incrementando el volumen del fluido extracelular, que a su vez altera la hemodinámica glomerular y vascular, aumentando por consiguiente la PS.

La evidencia clínica nos indica que una reducción en el consumo de Na podría reducir de forma significativa la PS tanto en personas hipertensas como en normotensas.

Potasio (K).

La función del potasio en la HT es la opuesta a la del Na, es decir, a mayores niveles de K menor es el riesgo de HT, ya que la bomba Na/K, juega un papel importante en el mantenimiento de los niveles de Na y K. Así pues, el incremento del ratio K/Na favorecería una actividad hipotensora reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y cerebrovascular.

El K ejerce una actividad hipotensora inhibiendo el SNS, ya que reduce la producción de renina, angiotensina-II (AT-II), inhibe la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y actúa como antagonista del receptor de angiotensina (ARA), regulando así, el volumen sanguíneo y el gasto cardiaco. La actividad antihipertensiva del K puede ser debida a la estimulación de la actividad de la Na/K ATPasa y a la mejora de la natriuresis, resultando en un descenso de la PS. Además de su actividad antinflamatoria, el K podría mejorar de forma significativa la producción de óxido nítrico (NO) modulando la sensibilidad barorrefleja para activar la vasodilatación y reducir el estrés oxidativo. Los estudios disponibles nos indican que la suplementación con K ejerce una actividad hipotensora moderada o alta en sujetos hipertensos juntamente con una ingesta baja o controlada de sodio.

Figura 1. El desequilibrio de micronutrientes (Na, K, Ca, Mg, Zn, Cu, Se y las vitaminas B6, B12, C, D y E) y su impacto secuencial en la presión sanguínea/hipertensión. Abreviaciones: SNS: Sistema nervioso simpático; SRAA: Sistema Renina-angiotensina-aldosterona; Na: Sodio; K: Potasio; Ca: Calcio; Mg: Magnesio; Zn: Zinc; Cu: Cobre; Se: Selenio.

Calcio (Ca).

La mayor parte de investigaciones indican una conexión inversa entre la ingesta de calcio y la PS, similar al potasio. Algunos estudios indican también que el calcio ejerce una actividad hipotensora más eficiente frente a la HT gestacional que ante la HT primaria o esencial.

El calcio juega un papel importante en la transducción de la señalización celular, particularmente en la contracción del músculo liso, por lo que los niveles de calcio intracelular pueden regular el tono vascular e impactar de forma directa en la PS. El calcio incide en la diuresis y regula el volumen sanguíneo y el gasto cardiaco a través de la regulación del SNS. Hay datos que indican que altera el SRAA y, por lo tanto, la PS. Además, presenta un impacto directo sobre la PS a través de la modulación de la secreción de la hormona paratiroidea (PTH).

Magnesio (Mg).

El magnesio mejora la producción de NO y de prostaglandina E1, regulando, por lo tanto, la excitabilidad de las células musculares lisas del endotelio, manteniendo la PS y descendiendo el riesgo de disfunción endotelial. El Mg influencia de forma significativa el movimiento de Na y K dentro y fuera de la célula regulando la bomba Na/K, compitiendo por la unión con el Na en el músculo liso y uniéndose de forma cooperativa con el K para mejorar la actividad diurética. Además, el Mg actúa como un agente que bloquea los canales de calcio de forma natural, suprimiendo el movimiento del Ca en el endotelio y los miocitos, descendiendo, así, la PS.

Actualmente, la suplementación con magnesio, más que un efecto hipotensor, en sujetos hipertensivos, contribuye de forma indirecta a la mejora de la calidad vascular general.

Zinc (Zn).

Bajos niveles de Zn se asocian con la PS elevada ya que altera el tono vascular a través de la modulación de la expresión de diversos marcadores inflamatorios incrementando la prevalencia de ECV y diabetes. De esta manera, el Zn reduce la PS mejorando la producción de NO y descendiendo la inflamación para acabar manteniendo el tono vascular general.

De forma indirecta, el Zn controla la actividad de las ECA, que son dependientes de Zn y mejora la actividad de la superóxido dismutasa (SOD) y de la ATPasa Na/K (efecto diurético), protegiendo de esta manera el endotelio vascular.

Diversos estudios muestran cómo el Zn sérico en hombres con HT es considerablemente más bajo de lo normal y que la suplementación con Zn reduce la presión arterial sistólica. En un estudio se concluyó que pacientes con diuréticos, antagonistas del calcio e inhibidores de ECA mostraron alteraciones en los niveles de Zn junto con un incremento de estrés oxidativo, que a su vez alteró la PS a largo plazo.

Selenio (Se).

La actividad antioxidante y, por lo tanto, la disminución de la cascada del estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria, alteran el tono vascular. Además, el Se mejora la producción de NO y prostaciclina y reduce la rigidez arterial, regulando de forma positiva la PS. Aunque la evidencia bioquímica es clara, hacen falta más estudios para dilucidar la asociación del Se con la HT.

Cobre (Cu).

Actúa como cofactor de muchas enzimas, especialmente de la SOD, enzimas redox como la catalasa y la citocromo oxidasa que reducen la generación de radicales libres protegiendo el tono y la integridad vascular mejorando los niveles de NO. La asociación del Cu con la regulación de la PS está todavía en debate, aunque parece que la suplementación única con Cu para tratar la HT no es una estrategia efectiva.

Tabla 1. RESUMEN DE LOS MECANISMOS REGULADORES DE LA PS DE DIVERSOS MICRONUTRIENTES.
Mecanismos reguladores de la PS Micronutrientes
Diuréticos o natriuréticos Ca, K, Mg, Zn, Vitamina C y B6
Moduladores del SNS Na, K, Ca, Zn, Cu, Vitamina C y B6
SRAA y IECA/ARA Na, K, Ca, Zn, Vitamina C, B6 y D
Modulador vascular (vasodilatador) Na, K, Ca, Mg, Zn, Se, Vitamina C y E
Bloqueadores del canal de calcio (antagonistas del Ca) Mg, Ca, Vit B6, Vitamina C, D y E
Actividad antioxidante/antinflamatoria K, Se, Cu, Zn, Vitamina C, E, B6 y D

Abreviaciones: SNS: sistema nervioso simpático; SRAA: sistema renina angiotensina aldosterona; IECA: inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina; HT: hipertensión; ARA: antagonistas del receptor de angiotensina.

Vitamina C (Vit C).

Los datos existentes nos indican que bajos niveles séricos de Vit C en humanos se asocian con HT, hecho que indica la correlación inversa entre la Vit C y la PS. Conservar niveles funcionales de Vit C es crucial para mantener una función vascular saludable, así como optimizar la actividad de algunos agentes antihipertensivos como el amlodipino.

La Vit C ejerce un papel hipotensor incrementado la síntesis de NO y de las prostaglandinas I/E, así como antagonistas del receptor de angiotensina. También presenta una actividad natriurética y de descenso del Ca citosólico, suprimiendo la constricción vascular y regulando el SNS. Igualmente, la Vit C presenta una actividad antioxidante y antinflamatoria mejorando los niveles de NO.

Las publicaciones muestran de forma clara que la suplementación con 500 mg al día de Vit C, de 6 a 8 semanas, reduce la PS y el riesgo cardiovascular.

Vitamina D (Vit D).

Diversos estudios indican una asociación inversa entre la vit D3 (1,25-dihidroxicolecalciferol), la PS y las patologías CV que se derivan de ella. La suplementación oral incrementaría los niveles de Vit D3, y junto con otros micronutrientes optimizaría el efecto hipotensor en pacientes con HT con deficiencias micronutricionales.

La Vit D regula la homeostasis de Ca vía el canal del Ca dependiente de voltaje y la regulación del SRAA, controlando de forma directa la producción de renina, que a su vez regulará la secreción de la hormona paratiroidea (PTH). Por esto, la Vit D mejora la función endotelial ya que suprime la resistencia vascular (vía NO) y la calcificación, y desciende la respuesta inflamatoria, siendo de gran ayuda para las complicaciones CV.

Vitamina E (Vit E).

Aunque no se ha concretado la magnitud del impacto de la Vit E en la PS, las rutas metabólicas en las que está implicada apuntan hacía un efecto positivo. La Vit E presenta un efecto hipotensor modesto a través de la mejora de la producción de NO y las prostaglandinas I/E, descendiendo la rigidez arterial y manteniendo la función vascular endotelial. Además, tiene una actividad natriurética a través de la inhibición de los canales de K70PS y Ca en las extremidades ascendentes del asa de Henle.

Los datos clínicos nos indican que la administración de Vit E a largo plazo, puede ayudar a mejorar la salud CV mediante una mejor biodisponibilidad de NO, pero es más efectiva en sujetos con HT de edad avanzada y en mujeres con HT gestacional severa.

Vitaminas B.

Dos vitaminas del grupo B han reportado tener actividad moduladora de la PS, la piridoxina (Vit B6) y la cianocobalamina (Vit B12). La deficiencia en Vit B6 conduce a una ausencia de producción de serotonina y GABA, que a su vez provoca una reducción significativa del contenido fosfolipídico cerebral alterando el transporte y el metabolismo de Ca. La Vit B6 ejerce una función diurética regulando el SNS, mejorando la producción de glutation y descendiendo la inflamación a través de la reducción de los niveles de homocisteína.

La inclusión de la Vit B6 y la Vit B12 junto con otros micronutrientes hipotensores y agentes antihipertensivos es recomendable para una mejor respuesta hipotensora. En la tabla 1 se muestra el resumen de los posibles mecanismos reguladores de la PS de los micronutrientes.

Es importante destacar que estos micronutrientes ejercen una actividad antihipertensiva óptima cuando se combinan con macronutrientes y nutraceúticos como fibras dietéticas, coenzima Q10, ácidos grasos omega-3 o algunos polifenoles.

Esta revisión muestra como un incremento de la suplementación de ciertos micronutrientes especialmente de K, Mg, Zn, y las vitaminas C, D, y B6, así como reducciones de la ingesta de Na, podría modular de forma positiva los niveles de PS y descender, por lo tanto, el riesgo de HT y sus comorbilidades asociadas como enfermedades CV, cerebrovasculares y disfunciones renales.

Hui-Fang Chiu, Kamesh Venkatakrishnnan, Oksana Golovinskaia and Chin-Kun Wang. Impact of micronutrients on Hypertensión: Evidence from clinical trials with a special focus in meta-analysis. Nutrients 2021, 13, 588.


CN Base aporta equipos micronutricionales de vitaminas, minerales y dosis efectivas de factores vitamínicos como coenzima Q10 y ácido R-lipoico. Estos conjuntos micronutricionales se presentan en las formas moleculares clave para poder ser absorbidas en caso de ser portadores de polimorfismos genéticos poco favorables. Se aportan las vitaminas en forma activa (L-metilfolato, metilcobalamina, dibencozida, riboflavina 5’fosfato y piridoxal 5’fosfato), que junto con los otros coenzimas vitamínicos y cofactores metálicos, ayudan a regular los procesos de inflamación, estrés oxidativo y disfunción endotelial implicados en la fisiopatología de la presión arterial.

CN Base forma parte del programa de La Micronutrición Básica.

La Micronutrición Básica se compone de CN Base o Petit CN Base, Omega Base y Amino Base, que aporta los conjuntos micronutricionales necesarios para un óptimo funcionamiento del organismo. En su composición se escogen los micronutrientes más biodisponibles, bioidénticos y/o bioaccesibles por el organismo, para facilitar la mayor impregnación de los micronutrientes en tejidos y células. No interaccionan con los fármacos y pueden ser administrados a cualquier persona independientemente de la edad, sexo o condición de salud.

Petit CN Base es un conjunto equilibrado de los 23 micronutrientes más importantes para un óptimo desarrollo, junto a FOS y S.boulardii. Es un complemento micronutricional para el embarazo, lactancia y niños en crecimiento, compuesto por vitaminas, minerales, colina, fructooligosacáridos de cadena corta con acción prebiótica y Saccharomyces boulardi con acción probiótica. Entre las vitaminas destacan las formas activas más biodisponibles de ácido fólico (metilfolato), vitamina B12 (metilcobalamina); vitamina B6 (piridoxal 5-fosfato); vitamina B2 (riboflavina 5-fosfato); vitamina D (colecalciferol), vitamina A (retinol)… Entre los minerales, encontramos el hierro aminoquelado, el zinc en forma de gluconato junto con otros minerales en forma de citratos

Omega Base es un complemento micronutricional a base de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Aporta un alto y equilibrado contenido en ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6, en una combinación y proporción que consiguen la mayor actividad biológica, impregnando la membrana plasmática y asegurando la formación de fosfolípidos y eicosanoides adecuados para el control de la inflamación crónica de bajo grado.

Amino Base es el conjunto equilibrado de aminoácidos esenciales y condicionalmente esenciales en forma libre, junto con nucleótidos, citidina, uridina y factores vitamínicos como colina y mioinositol.

Productos LCN